¿Qué dejo entrar?, que tengo que creer, tantas frases, ideas diversas que entran de a poco, o en una tormenta que se hace inaguantable, ¿no hay un punto medio para relajar el cuerpo?, las ideas el cerebro en constante movimiento. Se extraña la risa hermoso éxtasis, que se perdió por ahí, con la calma que me hacia tan apacible, remplazados por la locura, el llanto. Todo se calma por minutos con una simple canción, dos auriculares, volumen alto, un rap para desconectar, esa calma que nadie puede darme ya, una revolución de hormonas sin igual, soltándome, moviéndome, como si saltara, como si corriese, a pesar de que sigo quieto, sin mover un solo nervio .