Cuando tengo veinte opciones, no puedo elegir, sera una u otra, menor o mayor, al fin y al cabo es depresión. Pensar que me hacia feliz, ahora me odia, y si no, mata la ilusión.
Un poco de ganas para la cabeza y el corazón, antes de que se desborden.
Demasiadas ideas, ya no se que querer, ni que despreciar, siento que la palabra amigo no se puede aplicar, y en algunos rincones empiezo a buscar.
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